Siguiendo la línea desarrollada por su identidad de marca, todos los materiales utilizados se presentan en ‘crudo’, mostrando su propia naturaleza, y reforzando el carácter healthy de esta línea de restaurantes fast good especializados en cocina thai.
Así es el diseño de un restaurante de comida sana y natural
Toc Toc gira en torno a un mantra: comida sana y natural. “Somos los responsables de que a tu hijo le gusten las verduras”, repiten en sus comunicaciones. Y esos dos rasgos, gente joven y verduras, debían verse reflejados en el diseño.
Buscamos la inspiración en la propia filosofía de marca e intentamos que, por encima de todo, lo más destacable sea ese producto final, porque esa es la principal enseña y diferenciación de estos restaurantes dentro del competido nicho thai-fast good. En torno a la materia prima se genera un elemento icónico que pueda hacer reconocible a la marca en sus diferentes implantaciones.
Y es así como nacen los “textiles Toc Toc”, unas bandas de tela en colores corporativos que, ubicadas en los techos, nos ayudan a filtrar y matizar la luz, aportan calidez, envuelven el espacio y generan un confort experiencial que dota de identidad al restaurante.
Estas franjas textiles organizan la sala y se orientan hacia la cocina, verdadera alma del espacio. Y a su vez, nos recuerdan de forma inconsciente al propio proceso de fabricación de los noodles y tallarines.
Nos gusta hacer de la necesidad virtud, y convertir la reducida superficie de sala en un elemento diferenciador, simplemente dándole la vuelta a la barra de camareros y abriéndola al público. De este modo, se gana espacio en sala, se maximiza la capacidad del restaurante y, de paso, se genera un servicio genuino que fomenta la cercanía cliente-personal.
El espacio se organiza con la cocina como telón de fondo, la mencionada barra de camareros ‘girada’ hacia el público y una sala en la que, a pesar de sus pequeñas dimensiones, se generan varios espacios diferenciados para degustación. Véanse, una pequeña barra frente a cocina, dos zonas de bancada corrida y una mesa alta para consumo rápido.
No olvidemos que el local completo no supera los 55 metros cuadrados, y ahí, además de zonas de servicio (almacén, cocina, sucio, aseos) se genera una capacidad para 21 comensales en interior. Maximizar la capacidad sin perder la esencia, ese era el principal reto del INteriorismo EStratégico en este coqueto, céntrico y protegido local de Toc Toc en Ciudad Real; a juzgar por las imágenes y los datos, parece que el objetivo se ha conseguido.
La imagen buscada para la marca representa la naturalidad de su producto. Todos los materiales utilizados en el proyecto se presentan ‘en crudo’, mostrando su propia naturaleza, y evitando revestimientos decorativos que pudieran desviar la atención. Además, nos inspiramos en los colores del wok para crear una paleta cromática adaptada a partir de la identidad de marca, suavizando ligeramente su intensidad.
El mobiliario se crea con tableros de fibras de madera (MDF), que según su uso en barra o mesa tendrá un color característico, dado por el propio uso. Se revisiten las paredes con ladrillos de barro en su color natural, sin esmaltar, y se complementan con revestimientos de yeso. En contraste con el barro se usa un alicatado coloreado en masa de color verde.
Como no podía ser de otro modo, el branding de marca tiene especial protagonismo en un proyecto de INteriorismo EStratégico. La identidad de Toc Toc Noodles se traslada al espacio a través de diferentes elementos, algunos muy presentes como los textiles que cubren el espacio, o el grabado láser con el naming en los sobres de las mesas; y otros más sutiles como la traslación de los colores corporativos a la selección de materiales.
Dado su reducido tamaño, la iluminación del local se resuelve mediante unas luminarias suspendidas que bañan el espacio y nos permiten, a su vez, colgar de ellas las láminas textiles, simulando un secadero de pasta tradicional y generando un juego de elementos entrelazados y claroscuros muy interesante. Se complementa la iluminación con unos proyectores para la zona de barra y unos apliques diseñados a medida usando los propios woks de cocina.
Por último, y para otorgar cierta intimidad al local, pero manteniendo la transparencia al exterior, se crea una celosía con varillas de pino. Estas piezas se curvan intencionadamente con su propio peso simulando un campo de trigo, materia prima principal para la fabricación de noodles. Nuevamente una metáfora arquitectónica se hace presente en un proyecto de este estudio.
En resumen, proyectamos un restaurante thai que integra en muy poco espacio todos los atributos estratégicos y funcionales de la marca Toc Toc Noodles, respetando además su esencia y resaltando el impacto visual del conjunto. Algo que sin duda no ha pasado desapercibido en Ciudad Real, que ha premiado con clientes la apertura del negocio.
¡Larga vida a Toc Toc Noodles!
Fotografías realizadas por Juan Antonio Partal.