Con un presupuesto muy reducido se pretendía reconvertir una edificación de PB+2+BC en una pensión de impacto visual contundente y con un marcado carácter autóctono.
Si por algo destaca la zona de Valdeorras es por sus vinos y por su oro negro, la pizarra. Bien es cierto que el famoso vino godello es un fino blanco, pero dado su poco contraste con el color de la pizarra se optó por reflejar los tonos tintos y verdes de los viñedos con un negro con mucha textura intentando evocar el material pizarroso a la vez que cumplíamos con los estándares higiénicos que un proyecto de hostelería requiere.
El proyecto consta de planta baja más dos alturas y bajo cubierta aunque en una primera fase únicamente se ejecuta planta baja, en la que se proyecta una ingeniosa recepción ubicada en un lugar imposible, y planta primera, en la que se ubican cinco acogedoras habitaciones con mobiliario totalmente personalizado para aprovechar al máximo el espacio.
Dado el reducido presupuesto de partida y el escaso espacio se hacía imprescindible un aprovechamiento óptimo del mismo, cualidad muy habitual en nuestro estudio, haciendo uso de herramientas claves del diseño interior como proyectar zonas y mobiliario polivalentes o prescindir de elementos superfluos.
Es este sentido y dado que se prevé que las habitaciones se ocuparán con alojamientos cortos, se remplaza el elemento armario por un liviano perchero metálico. Se elimina el falso techo de las habitaciones ubicando la iluminación en planos inclinados sobre el cabecero que cumplen a su vez una función estética. Se prescinde también de los cabeceros de las camas y se sustituyen por pintura «imitación» pizarra, efecto exaltado por citas que simulan la escritura en tiza que los pizarreros utilizan para marcar algunas piezas o el estado defectuoso de las mismas.
Se otorga una doble función al escritorio: ahora mesa, ahora estante, y a las barandillas de fachada, que gracias al color y a las letras corpóreas superpuestas cumplen con su función propia de seguridad y a su vez con la representación de la imagen corporativa de la pensión.
En definitiva, polivalencia y efluvios autóctonos marcan con un fuerte carácter a esta pensión que pretende acabar con todos los estándares del alojamiento económico.