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El mundo occidental está cambiando a tal velocidad que resulta complicado pararse y analizar las consecuencias que tendrá la globalización para el empresario, y más aun para el pequeño empresario.

Las pymes están sufriendo ya la masificación de mercados y la influencia aplastante del mundo A3: Automatización, Abundancia y Asia.

Los 10 mandamientos para triunfar de los empresarios chinosDe entre todas las culturas que se han asentado en nuestro país, sin duda, y generalizando, la que más éxito empresarial está teniendo es la china. Los clichés están desapareciendo, ya no sólo montan restaurantes y supermercados, se atreven con todo. Y lo más extraño, siguen creciendo e invirtiendo en tiempos de crisis.

Este artículo está basado en un reportaje del programa Equipo de Investigación titulado «El secreto de los nuevos ricos» en el que se analizan los negocios y filosofía de vida de la comunidad china en España.

Los 10 mandamientos para triunfar de los empresarios chinos

1º- Elegir un buen sitio, comercial, pero barato.

De la importancia de la ubicación del local comercial ya hemos hablado aquí, y aunque hay más factores a tener en cuenta la ubicación es de lo más importante. Nuestra única discrepancia al respecto es sobre la coletilla «barato» utilizada en el reportaje. Entiendo «barato» como un término relativo, un ratio de comparación calidad/precio. Aunque la acepción utilizada en el reportaje coincide con la ofrecida por la RAE: «Dicho de una cosa: Vendida, comprada u ofrecida a bajo precio».

La ubicación del local debe estar estrechamente ligada al nicho de clientes al que nos dirigiremos. Los empresarios chinos suelen ubicarse junto a otros empresarios chinos en zonas comerciales baratas porque su target así lo requiere. Para ellos es suficiente, esa zona es incluso relevante para su nicho. No les molesta la competencia, es más, les agrada, «si no me compran a mi, que compren a mi amigo».

Una ubicación relevante y adecuada al nuestro nicho de mercado es vital, tanto que en ocasiones marca la diferencia entre el éxito y el fracaso.

2º- Empezar cuanto antes.

Los empresarios españoles pensamos de una forma diametralmente opuesta. Aquí es común esperar a encontrar una situación ideal que nunca se da, cuando lo optimo es conseguir «un producto mínimo viable» y lanzarse a testear el mercado. El mercado es el mejor -o el peor- banco de pruebas, el que hará que te adaptes -o te estrelles- y consigas esa situación ideal cuanto antes.

En ocasiones invertir demasiado tiempo en estudios preliminares supone que la competencia nos adelante por la derecha y hayamos perdido un valioso tiempo. Para un empresario chino, si la cosa va a salir mal, cuanto antes lo sepas y te des cuenta de tus errores, antes podrás comenzar a remediarlos. Aquello de «Falla rápido, falla barato».

Me llama poderosamente la atención por lo dispares que son nuestras culturas su concepto de emprendimiento. Para un ciudadano chino, «trabajar durante toda su vida por cuenta ajena es una vergüenza».

3º- No tener apego al negocio. Si no funciona, se cambia.

Lo comentaba en el punto anterior. El haber comenzado con cierta ventaja nos permite crecer de una forma más cómoda y con posibilidades de pequeños ajustes a realizar sobre la marcha.

Si a pesar de ello la cosa no prospera, cortar cuanto antes y pensar un nuevo comienzo. No dejemos de pensar NUNCA que nuestro mayor activo es el tiempo, así que nunca lo pierdas ni permitas que nadie te lo haga perder. Un viejo dicho del mercado de valores dice «corta las pérdidas y deja correr las ganancias».

4º- La competencia es sana.

En contra de lo que muchos empresarios creen, la competencia nos mantiene activos, vivos y siempre alerta. Por otro lado está el tema personal y humano. No entiendo este mundo si no es rebosante de tranquilidad, paz interior y cordialidad para con la gente que te rodea, por supuesto también tu competencia. Una competencia sana nos hará mejores a todos.

5º- No conformarse con un solo negocio.

Otro dicho bursatil, «no pongas todos los huevos en la misma cesta». Las probabilidades de pérdida si algo negativo sucede son muy superiores a si repartimos nuestras inversiones en «cestas» diferentes. Si extrapolamos esta experiencia al mundo de los negocios físicos sucede algo parecido. Diversificar, por tanto, minimiza el riesgo, pero además conlleva otra impagable ventaja, el crecimiento personal y profesional.

6º- Para trabajar mejor chinos.

En este punto no estoy para nada de acuerdo, me gusta juzgar personas por encima de nacionalidades. Poco o nada más que decir, aunque está claro que puede ser relevante para dirigirse a ciertos nichos. En su caso, montando negocios en una país extranjero (España) dirigidos a chinos, está claro que es conveniente.

7º- Paga tus impuestos, aunque nadie se lo crea.

Más que un consejo, es una obligación. Todo el que ha emprendido sabe de los problemas fortuitos que se generan y resuelven a diario, no te busques uno más y menos con la Administración. Y por si esto no te convence, observa que nadie se ha hecho rico defraudando al fisco -me tiembla la mano al escribir esto, me refiero a empresarios-.

Está muy extendido el comentario de que los chinos triunfan en España porque no pagan impuestos. Esto es totalmente falso y probablemente provenga de la envidia o de la dificultad para comprender y admitir su infinita capacidad de trabajo y ahorro. Según el reportaje, los empresarios chinos que desarrollan su actividad en España pagan exactamente los mismos impuestos que los españoles.

8º- Dale a tu cliente lo que necesita, aunque no lo entiendas.

En España tenemos nuestro socorrido dicho «el cliente siempre tiene la razón», que viene a decir lo mismo. Personalmente, no siempre estoy de acuerdo con esto. En contra podría citar a Jobs «el cliente no sabe lo que quiere» o a Henry Ford «si hubiese preguntado a la gente me habrían dicho que querían un coche de caballos más rápido». Esto depende en gran medida del mercado, y nuevamente de tu target y sector.

Pero los chinos mantienen lo siguiente: Observa a tus clientes, sus necesidades, gustos, pasiones, manías, costumbres, etc… y dale aquello que demanda en las mejores condiciones posibles. Si por el camino consigues una buena experiencia de compra/cliente con total seguridad habrás conseguido un cliente fiel y recurrente.

9º- No pedir jamás un préstamo al banco. La familia y los amigos no cobran intereses.

A día de hoy y en muchos casos la dependencia de financiación bancaria, agravada por sus altos intereses y el difícil acceso, supone una gran losa para los nuevos empresarios y emprendedores. En los negocios, como en la vida misma, debemos depender de cuanta menos gente o entidades mejor, pero con la situación actual que nos acecha se me antoja, al menos, complejo.

La capacidad de ahorro del ciudadano chino le permite financiarse familiarmente. Son serios, se fían entre ellos porque sus costumbres no toleran el engaño o la estafa. Si un chino no devuelve un préstamo nunca más podrá solicitar otro. Posibilidad de fracaso nula, o lo que es lo mismo, riesgo en un negocio chino… cero.

10º- Cuando un sector está saturado hay que buscar otro.

Como ya sabes, en este estudio odiamos las modas. Hemos pasado por los Frozen Yogurt, los Compro Oro, las Hamburgueserías 50´s, la moda Vintage, etc, cuando el mercado suele premiar a aquel que introduce una idea novedosa y es pionero, y esto es más sencillo que ocurra en un Océano Azul.

Huye de los mercados masificados (Océanos Rojos), asume ciertos riesgos, crea nuevos conceptos e ideas y si tu negocio rebosa de ingenio… y muchas cosas más, saldrás adelante.

«El éxito es consecuencia del talento y mil cosas más». Julio Iglesias a Bertín Osborne en el Festival de la Canción (1971). Ver más frases para emprendedores.

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