Solo hay tres tipos de negocios: los diferentes, los que cerraron y los que cerrarán. Nos ha tocado vivir una época muy exigente. La competencia es feroz en todos los sectores. Así las cosas, o te sales por la tangente y reinventas de alguna manera tu posición, o estás condenado a pelear en un océano rojo de por vida.
Cuando diseñamos esta clínica dental en Denia (Alicante) lo teníamos claro. Dentro de la prudencia obvia que requiere el sector sanitario, habíamos de encontrar un concepto sorprendente, inspirador, cercano y diferente. Queríamos suscitar la idea de un pequeño hospital especializado en salud y estética dental.
Lo primero que traicionamos fue lo más reconocible en una clínica de este tipo, la distribución de espacios clásica y recurrente compuesta por una recepción, una sala de espera y un largo pasillo lleno de puertas que llevan al infierno.
Planteamos un volumen carente de extensos pasillos, aun contando con casi 200 metros cuadrados de clínica. Un patio central articula las conexiones garantizando circulaciones funcionales y contribuye, a su vez, a rebajar el nivel de estrés, por otra parte muy presente en este tipo de espacios sanitarios.
La confianza y la profesionalidad se refuerzan con la utilización de maderas que convierten un espacio (y un sector), en principio frío, en un cálido remanso de paz.
Un diseño de una iluminación apropiada, relajante cuando debe, de acento donde se requiere, se antoja un aliado imprescindible para generar esas sensaciones buscadas.
En todos nuestros proyectos solemos buscar metáforas constructivas que inspiren sensaciones estratégicas a los clientes que visitan los negocios que diseñamos. Es nuestra manera de conectar con ellos, una de las herramientas que utiliza un INteriorista Corporativo para establecer el diálogo que interesa a las marcas para las que trabaja.
En Sala Clinic, nombre comercial de la clínica de referencia, nos inspiramos en una dentadura perfecta para diseñar el paramento que delimita la sala de espera e incluso para revestir paredes y puertas de espacio más singular del negocio, el distribuidor central.
Obviamente, un buen diseño interior orientado a conseguir los objetivos estratégicos de una empresa, en este caso una clínica dental, es además una herramienta muy eficiente que maximiza aspectos tan fundamentales en el día a día como la funcionalidad, la higiene, el mantenimiento, el aprovechamiento volumétrico, la eficiencia en los recorridos, el ahorro energético…
En definitiva, no nos cabe la menor duda de que Sala Clinic obtendrá los éxitos que merece y un desarrollo comercial cómodo con unos clientes fieles, satisfechos y dispuestos a pagar un plus por un servicio de calidad en un espacio actual que despierta en ellos sensaciones placenteras.