Sería de necios cuestionar que la economía ha cobrado un papel principal en nuestras vidas y a todos los niveles. Son muchas las armas que algunos profesionales de la arquitectura y/o construcción en general (y otros) emplean para obtener mayores beneficios, a nuestro juicio, la gran mayoría de ellas indignas y amorales. Por abordarlas una a una y con el debido detenimiento, en este post trataremos en concreto los deslices que se comenten a la hora de elaborar ciertos presupuestos de arquitectura por el método de la verdad a medias.

Fuente: Xornalcerto en Flickr
Para un técnico puede resultar sencillo camuflar la realidad en los presupuestos de arquitectura.
El mundo de la construcción es complejo, como cualquier otro observado desde fuera y sin experiencia. El uso de tecnicismos es constante, las novedades en cuanto a productos y técnicas prácticamente diarias, siendo necesaria una actualización y renovación de conceptos constante si no queremos descolgarnos. En este contexto, resulta sencillo para un profesional gracias a las posibles carencias técnicas de un hipotético cliente, colaborador o la propia Administración, confundir, tergiversar o camuflar la realidad y la evidencia en aras de obtener mayores ingresos económicos o de otro tipo.
Resulta paradójico, pero todo esto se puede conseguir sin caer en la mentira, así justifican estos “profesionales” la honradez de la triquiñuela, lo cual a nuestro juicio todavía resulta más lamentable.
Por suerte, la mayor parte de profesionales de la arquitectura son honestos.
Como es lógico y evidente, la mayoría de profesionales con los que nos encontramos son honestos. Empresas que hacen gala de una transparencia brutal y a todos los niveles.
Esta digna forma de trabajar y hacer las cosas seguramente les ha hecho perder muchos proyectos, trabajos y encargos. Pero entendemos esta forma de actuar como una inversión a largo plazo, porque la vida tiene y debe ser justa con este tipo de profesionales. La verdad sólo tiene un camino y con el tiempo este método obtiene resultados satisfactorios, pero eso si, con el tiempo.
Los mejores comerciales de una empresa o de un profesional, en el campo que sea, son sus clientes. De ahí que invirtamos en ellos, ofreciéndoles exactamente lo que a nosotros nos gustaría que nos ofreciesen en su misma situación. Como moraleja, nos quedamos con que es más rentable dejar escapar un proyecto o una obra que emplear este tipo de métodos de dudosa moral para conseguir llevarnos el gato al agua.
Presupuestos de arquitectura de dudosa moralidad. Un caso concreto.
Vamos a contar un caso concreto que hemos encontrado estos días en la red. Observando un blog de Arquitectura nos detuvimos en un proyecto muy interesante. Resultaba enormemente atractivo y sin lugar a dudas un trabajo creativo y técnico excelente. Nos llamó mucho la atención el presupuesto económico que el estudio de arquitectura había facilitado al blog en cuestión. Dado el carácter abierto del medio, decidimos postearlo y dejar constancia de nuestra desconfianza ante el dato en el propio blog.
En pocos días, el estudio en cuestión, no vamos a dar nombres, se puso en contacto con nosotros indicándonos que ese dato era real, público y se podía comprobar. Sin lugar a dudas eso era así ¡¡Pues claro que es un dato público y “real”, faltaría más. Pero no es honesto!!
Ese presupuesto que usaban como arma para captar la atención se trataba del Presupuesto de Ejecución Material, ojo con este tecnicismo. Por resumir un poco, este presupuesto se calcula en base a las Mediciones del Proyecto y es el propio estudio el que lo calcula empleando para ello unas bases de datos de precios de la construcción. Hasta aquí todo cierto, no se ha mentido en ningún momento, tal y como ellos alegan ¿Qué sucede entonces?
Durante todo el proceso constructivo y de desarrollo, al pasar del papel a la realidad del edificio terminado, a este Presupuesto de Ejecución Material, se la habrán sumado los siguientes conceptos:
- Beneficio Industrial de la constructora que lo haya ejecutado.
- Gastos Generales de la constructora.
- Honorarios de los Técnicos (Arquitectos, Aparejadores, etc.).
- Seguros.
- Licencias Administrativas.
- Impuestos.
Nota: En este caso concreto del que hablamos y dado que era una edificio Administrativo, las Licencias e Impuestos no se sumarían.
Creemos que si colocas unas fotografías de un proyecto terminado con una memoria en la que se habla sobre sus virtudes y siempre juzgando el resultado final, introducir un dato económico que no se corresponde con ese mismo resultado, implica faltar a la verdad, sin mentir eso si, pero insultando al sentido común.
Como conclusión a esta historia, queremos pensar que la honradez, transparencia y la dignidad también tienen lugar en el mundo del diseño, la arquitectura, arquitectura interior y en la construcción en general.
Con fecha 7 de mayo de 2012 actualizamos este artículo con otro ejemplo. El diario El Mundo ha publicado esta semana un dato más sobre el despilfarro de la Comunidad Valenciana, en este caso en lo que a licitaciones y arquitectura se refiere: «El arquitecto valenciano Santiago Calatrava se embolsó unos honorarios que superan los 94 millones de euros por la ejecución de La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.» Aquí puedes leer el artículo completo en la web de El Mundo.
Calatrava se justifica diciendo que los honorarios son acordes a la calidad del trabajo, no dudamos de ello, y que se ajustan a un contrato inicial, tampoco ofrece ninguna duda. Pero nuevamente, hay gato encerrado. Lo cobrado por Calatrava responde a un 12,5% del coste total de la obra, que ni de largo coincide con el presupuesto inicial ya de por si es exagerado según otras fuentes. Pero el truco está en que los sobrecostes llegaron al 400% en algunos casos, y el arquitecto también percibía por el sobreprecio.
Esta es otra de las triquiñuelas utilizadas, por no llamarle de otra forma. Presupuestos irreales y mastodónticos modificados. Ejemplos hay muchos, aquí tenéis otro: El caso de Peter Eisenman en el GAIÁS, Cidade da Cultura en Santiago de Compostela.
Desgraciadamente la historia que relatamos no es tan esporádica como nos gustaría, son muchas las malas acciones que seguramente todos conocemos de primera mano, pero esperemos que poco a poco podamos ir cambiando para mejorar el futuro, credibilidad y dignidad del gremio. Para ello sólo hay un camino: La verdad, pero la verdad objetiva.
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A ver si podeís aclararme una duda que me corroe…estoy harto de ver obras publicas (palma area, ampliacion del musel…etc etc) que se adjudican por X y acaban costando 3x o 4x. Es decir….es como si te digo…Ivan, rediseñame el dormitorio, cuanto me va a costar….4000€? vale. Yo firmo contigo por esos 4000€. Si tu a mitad de obra, me vines y me dices que si ha subido la mano de obra, que si te has equivocado y las paredes no vale pintarlas, hay que decaparlas, y que si la pintura ha subido porque escasea el litio en Bolivia….A mi deberia darme igual, no? yo firme una Obra por 4000 que fue lo que me presupuestaste, si ahora no ganas lo esperado o pierdes es tu problema…y si te la dejo a medias te denuncio y al trullo….
¿En que se diferencia este ejemplo de las admisnitraciones publicas? porque no entiendo eso de que se adjudica por 108 y termina costando 300…
Un saludo y enhorabuena por el blog
¿No has oído hablar de las famosas «comisiones de obra»? Me imagino que no en todos los casos estas comisiones ilegales hayan sido las culpables de cualquier desfase presupuestario, pero sí en la mayoría.
¿No has oído hablar de las famosas «comisiones de obra»? Me imagino que no en todos los casos estas comisiones ilegales hayan sido las culpables de cualquier desfase presupuestario, pero sí en la mayoría.
Hombre, pero una cosa es Poner una mano por detras, y que te caiga un 20% y otra que los costes finales de una obra sean 4 y 5 veces el presupuesto por el que se adjudicaron…..¿de que va esto? A mi se me escapa, por eso la pregunta a los que estais en el mundillo…..
Esto es así Jorge, por más que nos pese a muchos. Aunque algo me dice que (puede) que esté empezando a cambiar.
También es necesario comentar que, en ocasiones, los cambios o modificados son necesarios e imposibles de prever.
Gracias por tus comentarios, un saludo.
Gracias a ti por la respuesta, aunque siendo honrados, me he quedado como estaba….
Querido Iván…..no se de que es tu blog…pero esta claro q de arquitectura y de presupuestos no tienes mucha idea….te recomiendo Qu busques en el diccionario todos esos terminos q a ti te parecen fraudulentos y q forman parte fundamental y necesaria de las mediciones y los presupuestos técnicos…..recuerda. ….la información es poder……informate antes de escribir sandeces….un saludo
Estimado y anónimo «Jp_bermejo»,
Como bien dices, la información es poder, y quizá debieras haberte informado, o simplemente leer un poquito el blog, para saber de «qué es», ya que veo que te inquieta. Lo tenías bien cerca.
Y respecto a mediciones y presupuestos te diré que no hablo de conjeturas, ni de definiciones de la Wikipedia, sino de experiencia y datos reales, verídicos y honestos.
Gracias por aportar tu sabiduría y educación a este humilde blog de cocina.
Un saludo.
A mi me parece que la información que aportas puede dar lugar a muchas dudas. El PEM, es un presupuesto perfectamente válido para hacerte una idea de lo que finalmente te costará una obra. Un arquitecto no puede decidir sobre el beneficio que se llevará el contratista, ni sobre los gastos generales (aunque en principio este tasado) y menos hoy en día, en el que se ha liberalizado todo y ya no hay reglas fijas sobre los porcentajes a cobrar. (incluso es dudoso que la administración aplique honestamente dichos coeficientes). Solo puedes reprochar la falsedad de la información que te dieron si el arquitecto actuaba también como contratista.
Un saludo
Hola Rafael, tienes toda la razón en lo que dices. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Lo único que reprochamos es que se utilice «fraudulentamente» ese Presupuesto de Ejecución Material (PEM).
Y cuando digo «fraudulentamente» quiero decir que se intente hacer creer al cliente o al lector de una web o revista generalista que eso es lo que lo costará «una casa como esta» o «un comercio como este».
Se trata de una línea muy fina, se trata de honestidad. Y se ve, se intuye cuando se utiliza un «número» con fines «dudosos», o cuando por contra se utiliza simplemente para ilustrar o completar una publicación.
Muchas veces debemos tener en cuenta la situación y el público para el que hablamos, no es lo mismo presentar un proyecto encargado por un cliente en el estudio, que presentar ese mismo proyecto en El País Semanal, que lo lee todo tipo de gente.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Hola si hay algo en lo que tienes razón es en que los arquitectos generalmente suelen cobrar de forma honesta como dices tu, son gente que tienen entendimiento de la empata y cuentan con vocación de querer emprender, hacer mas.