La relación directa entre éxito y creatividad es bien conocida. Personajes más o menos mediáticos se encargan de recordárnoslo a diario, y mientras, los trabajadores de la creatividad, intentamos desentrañar los ingredientes de la exitosa receta. Pero ojo, que no nos confunda el texto, cuando hablo de éxito, hablo de éxito de verdad, no del reconocimiento mediático y sesgado tan valorado en los tiempos que corren. Como bien mantiene mi admirado Risto Mejide (@ristomejide), «el éxito es el reconocimiento íntimo. Y el reconocimiento es el éxito público».
A lo largo de esta semana hemos tenido la suerte de disfrutar en A Coruña del Fórum Gastronómico (@fgastronomic). Uno de los eventos gastronómicos más relevantes de Europa. Han pasado por nuestra ciudad grandes cocineros como Juan Mary Arzak, el coruñés Luis Veira, Rodrigo de la Calle, Jordi Cruz, los hermanos Roca, Javier Olleros, etc. Ha sido todo un lujo poder vivir de cerca un evento de tal calado tanto para profesionales de la hostelería, como para cualquier tipo de creativo, o incluso como particular apasionado de los fogones.
Sin duda, una de las intervenciones que más me ha impactado, ha sido la de Ángel León (@chefdelmar). Muchos le conoceréis por formar parte, junto al televisivo Alberto Chicote (@albertochicote), del jurado de Top Chef, pero su currículo no acaba, ni mucho menos empieza en televisión. Para todos los que amamos la gastronomía, y su inherente creatividad, Ángel León es un peso pesado, uno de los platos fuertes de la profesión, alguien que ha ideado un concepto nuevo, que ha cocinado de forma concienzuda su particular receta contra viento y marea, que ha aprendido de sus errores y ha reconducido su cocina sin perder en ningún momento sus señas de identidad. Alguien que ha luchado sin descanso con sus armas caseras hasta que ha vencido. Y una vez en la cima —seguro que él piensa que la cima está más arriba—, el chef del mar va y nos desvela su receta de éxito sin temor a que le cojan el rebufo, asumiendo inteligentemente que tendrá siempre detrás al que así lo intente.
Te estarás preguntando qué hacemos hablando de cocina en un blog sobre diseño y arquitectura interior… bueno… decirte que ya te avisamos en su día, este no pretende ser un blog al uso. De lo contrario no podríamos hablar de creatividad. Por otra parte, siempre hemos defendido la observación de otros sectores como fuente de inspiración, y cuando hablamos de creatividad, la gastronomía siempre estará presente, y viceversa.
Los 4 Ingredientes de la receta de creatividad del chef Ángel León
Una vez claro que, evidentemente aparte de ciertos profesionales de la arquitectura y alrededores, Ángel León, y por supuesto Ferran Adría, son dos de nuestros principales referentes creativos; después de seguirle y escucharle este lunes, creo conocer los 4 ingredientes principales de la receta de creatividad del chef Ángel León. Estos son:
1) Pasión
Hemos hablado mucho de pasión en esto blog porque la consideramos crucial. Aunque tiene un problema, la pasión no se puede aprender, se siente o no se siente.
No creo en la figura del genio. Seguro que existen personalidades más proclives a desarrollar muy bien ciertas tareas, pero los genios no nacen como tal, se hacen. Incluso Picasso, genio y figura donde los haya, lo dejó bien claro: «La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando».
El trabajo y la dedicación continuada a una actividad concreta es lo que forja a los genios. Y cuando hablo de dedicación me refiero a una vida entera y nadie está dispuesto a regalar su vida entera a algo que no ama. Puedes hacer bien un trabajo dedicándole ocho horas al día, pero para llegar a la excelencia no bastan ocho horas.
A Ángel León le apasiona el mar, le apasiona la gastronomía, y su cocina es a partes iguales mar y amor por el mar. Él mismo reconoce que no existe día que no salga a pescar, que no cocine, que no esté cerca de un fogón o pensando en el mar… Esa pasión es tan fuerte y cercana que todos hemos podido ver como en Top Chef se le ilumina la mirada hasta el punto de emocionarse cuando habla de su trabajo, o de un plato. ¿Existe en el mundo algo más bonito a lo que pueda aspirar un ser humano?
No busques el éxito, busca la felicidad. Ferran Adrià
2) Humildad
No tengo la suerte de conocer personalmente a Ángel, pero si algo se intuye simplemente escuchándole, es una humildad extrema. A pesar de tener un restaurante con Estrella Michelín, Aponiente en El Puerto de Santa María, Cádiz, se caracteriza por ofrecer una cocina humilde.
León ha buscado de forma obsesiva desde sus inicios la manera de ofrecer al comensal pescado de descarte, aquel pescado desechado que se tira por la borda en el mismo momento de ser capturado coyunturalmente. Un pescado sin ningún interés por su baja rentabilidad, mucha espina, poca carne, nada de glamour.
Llegó incluso a unir literalmente en sus platos este tipo de pescado con otros de mayor fama y reconocimiento para paliar la falta de confianza del cliente; o a crear embutidos de este tipo de pescado con títulos sugerentemente carnívoros para engañar a la mente y lograr así su objetivo, que no era otro que conseguir llevar el producto más humilde a la mesa de un restaurante Estrella Michelín.
Seguramente estamos de acuerdo en que el único camino para triunfar y abrirse camino ahora y siempre ha sido la diferenciación. Pero muchos han confundido diferenciación con notoriedad, y la han buscado con excentricidades varias, salidas de tiesto, aptitudes llamativas… intentando con ello suplir una evidente falta de talento. Pero a Ángel León no le hace falta gritar, ni vestir minifalda, ni nada parecido. Con un lenguaje sencillo y un precioso acento gaditano transmite con serenidad e ilusión el primer plato con luz de la historia, como si fuera un bistec con patatas fritas o estuviera abriendo una lata de sardinas.
Prefiero una buena sardina a una mala langosta. Ferran Adrià
3) Identidad
Para mi, el rasgo de mayor peso en el éxito de Ángel León es la identidad. En el diccionario de la RAE debieran colocar una foto suya al margen de esta definición. Mantiene el gran Alberto Campo Baeza que «la luz es el material más hermoso, lujoso y rico con el que contamos en arquitectura. Pero tiene un problema, es gratis», por lo que no la valoramos en su justa medida.
Con la identidad, aquello que nos hace únicos y diferentes ocurre algo similar. ¿Existe en el mundo elemento más importante para cualquier profesional que trabaje con creatividad? Personalmente creo que NO. Todas las respuestas están que necesitamos se encuentran en nuestra identidad, en nuestro ADN, que siempre será único.
Sin duda Ángel León lo hace a menudo. Ha sabido enfrentarse al espejo y preguntarse una y mil veces ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Qué conozco? ¿Qué se hacer? ¿Qué es accesible para mi? Todo esto dirigiendo su propia película, sin corta-pega, siendo el principal y único actor… y a partir de ahí soñar, crear e ilusionarte con todos y cada uno de tus intentos.
Los pies en la tierra, la mirada en el cielo. Lema de la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina
4) Innovación
Cualquiera de los tres anteriores ingredientes nunca funcionarían de forma aislada, y quizá de forma conjunta se acercarían a una personalidad singular y admirable, pero nunca sería creativa sin la innovación.
Eliminemos el velo estético y efectista con el que nos han vestido la innovación últimamente y quedémonos con la esencia. Innovar no es más que buscar soluciones alternativas y originales a problemas reales. León, como Adrià, es un maestro de la innovación. Ideó la forma de comernos plancton, de sorber el mar. Descubrió «el poder clarificante de las algas diatomeas, que utilizó con el Clarimax, máquina inspirada en una bomba de achique e ideada para la clarificación de caldos». Durante este año, en Aponiente, sus clientes podrán comerse literalmente la luminiscencia del mar…
Para innovar hay que estar dispuesto a arriesgar, a equivocarse. «Si yo no hubiera investigado, estaría haciendo pescado a la plancha con técnicas de vanguardia; y estaría muy bien, pero no sería un camino diferente como el que yo he construido estos años» señala León en este artículo de Gastroeconomy, mientras hace énfasis en la imperiosa necesidad de aprender de los errores.
Innovar es una actividad de riesgo cuyo principal riesgo es no practicarla.
Llegado este punto, queda clara mi fascinación por don Ángel León y su inmensa creatividad, tan basta como su mar. Si por casualidad leyeras estas líneas, querido Ángel, quiero que sepas que gozas de todo mi humilde reconocimiento y admiración, como chef y sobre todo como la persona que creo que eres. ¡¡¡Eres muy grande chef!!!