Si hace unos días convocamos a nuestro gabinete de expertos visionarios para que nos adelantarán cómo veían el futuro de los negocios, hoy les hemos preguntado por el futuro del interiorismo. Es sencillo, si imaginamos cómo serán los negocios del futuro quizá podamos deducir cómo debe evolucionar el diseño interior para acompañar a esos nuevos espacios comerciales. Es más, quizá —seguro, diría yo— sea el interiorismo una pieza fundamental en ese futuro comercial. Quizá —seguro, diría yo— sea el interiorismo quien debe crear esos nuevos negocios. Quizá —seguro, diría yo— el futuro del interiorismo es el futuro de los negocios, o quizá a la inversa.
Juegos de palabras aparte, una cosa está clara, el futuro del interiorismo y el futuro de los negocios están inexorablemente unidos. Veamos cómo imaginan nuestros expertos la realidad comercial de los próximos años. Pero antes permite que te recuerde la formación del plantel de expertos que vuelven a acompañarnos en este viaje al futuro del interiorismo comercial.
Nuestro plantel de expertos visionarios
- Francisco Alcaide: Conferenciante, escritor, formador en liderazgo-motivación. Mejor Blog RRHH 2012. Autor del bestseller #AprendiendoDeLosMejores (9ª ed) y #TufuturoesHOY (2ª ed). Web: www.franciscoalcaide.com
- Sonia Díez: Coffee Manager. Piensas, luego me interesas. Web: soniadiez.es
- Eva Collado Durán: Consultora Estratégica de Capital Humano. Conferenciante, Formadora y Escritora #RRHH #MarcaPersonal Autora del libro #MarcaEresTu. Web: www.evacolladoduran.com
- Fernando Gallardo: Crítico de hoteles en EL PAÍS / Hotel analyst for EL PAÍS since 1987 / Creador de la marca Hoteles con Encanto. Web: laruinahabitada.org
- Jacinto Llorca: Conferenciante @BccSpeakers. Escribo libros de retail, marketing y management. 100% #Retailholic. Web: www.jacintollorca.com
- Celestino Martínez: Consultor, formador y #conferenciante. Director de #Retail #Marketing en Flow. Ayudo a #PYMES a vender más. Web: celestinomartinez.com
- Maïder Tomasena: #Copywriter web, inquieta y socialholic. Escribo las palabras que necesitas para tener una web que fascine y venda. Enseño #copywriting en #EscribirParaVender. Web: www.maidertomasena.com
Antes de meternos en faena te recuerdo que les hemos hecho dos preguntas sobre el futuro de los negocios con sede física. En primer lugar les pedimos que se imaginaran cómo serán esos espacios comerciales dentro de unos años, esta parte puedes leerla en este artículo; y en segundo lugar les solicitamos que nos relatasen cómo ven el futuro del interiorismo y su influencia en estos negocios, que es la parte que veremos a continuación.
No obstante, si quieres leer aquí y ahora el texto completo con los dos artículos en un agradable formato news y texto ampliado, haz clic en la siguiente imagen y accederás a un PDF para leer cómodamente en tu ordenador, tablet o eReader.
Así será el futuro del interiorismo
Los interioristas podemos estar tranquilos. Nuestros expertos vienen a corroborar para el futuro del interiorismo aquello que hace tiempo venimos pregonando en el pasado: el interiorismo corporativo es la herramienta más eficiente de las que dispone una marca (o empresario) para comunicar sus valores y optimizar la rentabilidad de su negocio. El interiorismo es parte del producto, una extensión indivisible, algo así como la leche y el brick o un perfume y el frasco que lo contiene.
El interiorismo como extensión del producto
Un café tiene otros atributos destacables cuando lo tomas en Starbucks. No es lo mismo ver una película en casa que en un cine, y no solo porque la pantalla tiene más pulgadas. Inditex vende trajes en Zara y en Massimo Dutti, ambos se fabrican y diseñan en lugares muy cercanos y con materia prima similar, sin embargo la experiencia de compra que aporta una tienda Massimo Dutti no se parece en nada a la que conforma una tienda Zara. No es ni mejor ni peor, es diferente. Simplemente comunican los valores de marca propios de una y otra entidad. Afirma Francisco Alcaide que «el producto total de un negocio es la suma del producto interno (lo que es en sí) más el producto externo (el empaquetado). Por tanto, el empaquetado, entre lo que se encuentra el diseño interior, es otro factor más para poner en valor a los productos y servicios que se ofrecen».
El interiorismo es una herramienta de marketing más, es posible que la más contundente en un punto de venta en cuanto a comunicación. Sonia Díez, con la clarividencia que la caracteriza, nos recuerda que «nada da tanto valor añadido al producto y a la propia marca como el lugar donde ambos se encuentran con los clientes potenciales y les proporciona esa primera experiencia que debe, al mismo tiempo, incitarles a volver. No es teórico, es básico».
Influencia directa del interiorismo en la rentabilidad del negocio
Tal como venimos relatando continuamente en este blog, siguiendo con el carácter práctico y fundamental del diseño interior, todos nuestros expertos ahondan en el hecho de que el interiorismo no debe caer en la trampa de la subjetividad banal que supone la estética. El interiorismo no es simplemente belleza, «está totalmente relacionado con las ventas», concluye Díez. Y añade: «no se trata solo de la decoración. Es una probada y comprobada cuestión de optimización del espacio a varios niveles. Por si fuera poco, si nos ponemos a hablar de neuromarketing, sabemos que el diseño interior estimula e influye directamente en la intención de compra del visitante. […] Un buen diseño interior repercutirá también en los consumos y gastos que el local comercial genere, ya sea a través de la distribución del metro cuadrado, la iluminación, el consumo energético, etc.».
En este sentido, Jacinto Llorca señala que «el diseño interior será más crucial que nunca para aumentar la productividad comercial de todo negocio»; y Eva Collado Durán contempla que el diseño interior deberá «estudiar a fondo las necesidades del consumidor, no pensando sólo en hacer un lugar bonito, sino en hacer un espacio único al que queramos volver siempre», espacios que permanecen en el recuerdo del visitante y potencien la recurrencia.
En palabras de Maïder Tomasena, los interioristas deberemos ser capaces de crear «negocios físicos en los que alucinas desde el primer momento y en los que no puedes evitar sacar el teléfono para fotografiar. Esos negocios en los que se respira una marca fuerte y con carácter son los que recuerdas luego para siempre».
Diferenciación y experiencia del cliente
Cambiamos de tercio, y entiéndase como frase hecha, porque todo forma parte de un mismo espacio, de una misma experiencia, de un mismo negocio. Interiorismo y negocio van siempre de la mano.
Si cuando intentábamos adelantar cómo serán los negocios del futuro concluíamos que la experiencia del cliente tendrá una importancia radical, ahora nuestros expertos tratan de vislumbrar qué podría aportar el diseño interior a esa experiencia. Francisco Alcaide lo tiene claro: «en un entorno donde las diferencias en producto y precio son menores, la diferenciación emocional es más relevante, y en ello el diseño interior puede jugar un papel clave». Por su parte, Celestino Martínez otorga al interiorismo una clara responsabilidad en cuanto a la modulación de experiencias en el espacio físico: «el diseño interior —relata Martínez— debería hacer posible que los clientes puedan vivir dentro de los negocios físicos aquellas experiencias que se hayan diseñado para transmitir los valores diferenciales de las marcas satisfaciendo las necesidades de sus clientes y superando sus expectativas».
En esta línea, pero más radical, Fernando Gallardo piensa que el diseño de espacios deberá responder a estas tres vicisitudes: «espacios de creatividad personal, espacios para el desenvolvimiento robótico, espacios de entretenimiento personal y espacios de co-working». Por su parte, Eva Collado establece la diferencia entre hacer interiorismo y dibujar planos. «El diseño de interiores que sea capaz de ir más allá de una mera composición de espacio y muebles será el que marcará la diferencia, los espacios deben producir emociones, sensaciones, olores…». En definitiva, los espacios deberá interactuar de forma directa con el visitante.
Un producto honesto y el cliente como centro de toda actuación
Se desprende de las respuestas de los expertos el fundamental papel que jugará el interiorismo en la diferenciación estratégica de las marcas pero, tal como indica Celestino Martinez, «sin perder de vista que la estrella de la película es el cliente y que el objetivo final es conseguir la rentabilidad de la marca a través del disfrute de éste y de hacer que se sienta especial». Maïder Tomasena nos relata una anécdota personal que nos sonará muy cercana a todos. De visita en una ciudad de la que no disponía de referencias, decidió comer en un restaurante atraída por su llamativo diseño. «El lugar era una pasada, el mobiliario, juego de luces…», pero la experiencia no fue bien. Esto nos confirma dos cuestiones. Por una parte, el diseño interior crea expectativas pero las expectativas no hacen el producto y pueden resultar perjudiciales según se gestionen. Nosotros solemos comentar que «el producto es lo de menos, si es bueno». Repito, si es bueno. Si el producto es malo el interiorismo no te salvará. Sin embargo, si el producto es bueno el interiorismo tiene la llave del éxito.
Esto confirma que podemos modular el mensaje que nos interese en el diseño interior de un espacio para llamar la atención de nuestro target. Según Tomasena, «el diseño interior es como el diseño de una web. Tiene que entrar por los ojos. Es lo que hará que un negocio destaque y salga del montón». Sin embargo, el mensaje debe ser honesto, destacar valores reales, diferenciales y relevantes para nuestro cliente.
En definitiva, simplificando al máximo como no me gusta hacer; si tuviera que resumir estos dos artículos y las disertaciones de nuestro plantel de expertos acerca del futuro del interiorismo y los negocios, lo haría con la siguiente frase-tuit:
Un aporte interesante, aunque previsible, es decir, si te pones en la piel de cliente y consumidor, está muy claro que tenemos que ser atraídos como las «moscas a la miel». Fascinación, curiosidad e interactividad es lo que, bajo mi humilde opinión de interiorista, debe transmitir un interior comercial. ¡Un saludo y feliz finde!
Hola Ana, como siempre gracias por pasarte.
Yo no diría tanto como previsible. «Desenvolvimiento robótico» al menos por mi parte no. No lo había previsto. Sin embargo colocar al cliente de nuestro cliente en el centro de la ecuación todos lo vemos. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Lo difícil no es verlo, será dar con la adecuada modulación del mensaje en el espacio comercial.
Un saludo Ana.
Eso es, lo has definido perfectamente, lo difícil es dar con la «clave». Al menos seguiremos intentándolo, que es como mejor se aprende. Un saludo Iván
Excelente artículo. . Un saludo Iván.
Gracias Pilar, aunque en este caso poco me corresponde 😉
Un saludo.
Saludos Iván
Que piensas de los negocios o tiendas online, que están funcionando o tuvieron más presencia en este tiempo que se pasó de pandemia,
De donde soy los locales comerciales o tiendas físicas fueron cerradas,
Quisiera saber tu impresión cómo interiorista, qué roll toma el profesional en este caso
Un saludos desde Colombia
Hola Josúe, gracias por tu comentario.
La venta online es imparable. Ofrece atributos que el offline no tiene: porfolio infinito, comodidad, precio (generalmente), inmediatez… y ausencia de interacción personal, cuestión esta que merece estudio aparte, y que quizá a nuestra generación le cuesta entender, pero que las nuevas generaciones no lo entienden de otro modo. Fíjate que los compradores del mañana ya ni siquiera llaman por teléfono, les cuesta, les estresa el tú a tú. Es más, son capaces de ir una tarde entera de tiendas, mirar y probarse de todo a su rollo y luego irse a casa y comprar desde el móvil. Esto no es futuro, es presente.
En esa tesitura, qué le queda al comercio físico, pues la experiencia. Aquello que no puede ofrecernos, de momento, el mundo online. Si he de dedicarle parte de mi tiempo a ir de tiendas que sea por algo que merezca la pena, que pueda incluso ir con mi familia o con mis amigos, que no sea únicamente para comprar algo que puedo adquirir más barato y más rápido a través de una app o una página web. Es decir, el comercio físico debe tender a integrar «el ocio en el negocio». Y entiéndase ocio en el más amplio sentido. Obviamente hay muchas más opciones y dependerán del sector en el que nos movemos, de la cultura del país o zona en cuestión, de la propia marca, etc. Esto de la marca también merece capítulo aparte, porque al igual que está ocurriendo con los bancos, cuya práctica totalidad de oficinas ya son innecesarias, siempre necesitarán a nivel marca permanecer en la calle, cerca del cliente. Por eso los bancos, y detrás irán muchos, tienen hacía la oficina emblema (concepto flagship) que trata de acomodar experiencias relacionadas con el sector, más que con la operativa. Por ahí pueden ir los tiros.
¿Cómo nos afecta esto como profesionales? Pues es muy sencillo: menos necesidad de diseño físico, menos necesidad de profesionales. Pero no es menos cierto que, como el diseño irá hacia las «intervenciones emblema», necesitaremos cada vez mejores y más especializados interioristas.
Resumen: ocio en el negocio e interioristas especializados.
Pero bueno, esto es solo mi opinión.
Saludos desde España.