Ya lo dijo Alfons Cornella (@acornella), «todo aquel que pueda ser sustituido por una máquina merece serlo», y sin duda lo será. ¿Llegaremos a ser atendidos por máquinas en las tiendas? Sí, sin duda, en algunos casos. El vendedor holograma o la ayuda interactiva son algunas de las novedades que veremos en la «tienda del futuro» según un reportaje de la prestigiosa revista Forbes en el que hemos tenido el placer de colaborar.
En su número de mayo, el reportaje titulado «Revolución en la tienda: Comprar es un juego» pretende adelantar la tienda del futuro, avanzar y constatar las tendencias que marcarán el paso del retail en los próximos años.
Junto a expertos consultores de este sector como Jacinto Llorca (@jacintollorca) o Carolina Ortega (@artentienda), el artículo analiza los problemas actuales de las tiendas físicas como el showrooming, que ya se lleva el 6% de todas las compras minoristas, y la forma en que algunas marcas lo están encarando; y adelanta algunas de las novedades más interesantes e impactantes como la aparición del mencionado vendedor holograma, los espejos que escanean producto, la desaparición de los mostradores de pago en favor del pago directo por apps móviles o la ayuda interactiva en probadores.
La tienda del futuro será fundamentalmente lúdica y ofrecerá experiencias por las que merezca la pena visitarlas, nadie visitará una tienda simplemente para ver o tocar un producto y pagarlo más caro o, al menos, no realizará la compra. La tienda deberá ofrecer algo más. La clave está en la humanización, en la conversión del vendedor en asesor, apunta Llorca. En alguien que más que vender nos ayude a comprar.
En la tienda del futuro habrá espacios en los que vivir experiencias
Los espacios, el merchandising (distribución de producto), el personal… todo, absolutamente todo, debe girar en torno a la experiencia del cliente. Para que el consumidor pague algo más por un producto o servicio que puede adquirir cómodamente desde el sofá simplemente conectándose a internet debemos ofrecerle algo más, un valor añadido que marque la diferencia. Y no hablamos de calidad o servicio, eso se entiende incluido en el PVP.
Ese valor diferencial es la experiencia. Según menciona el reportaje de Forbes ya existen tiendas de buceo con piscina interior para probar el material antes de comprarlo, ofrecer experiencias reales, talleres, pruebas de producto, etc. Se trata de generar un ecosistema de pertenencia, de conseguir fans más que clientes.
Así será la tienda del futuro según @Forbes_es. Tecnología, espacios para el disfrute y asesores en vez de vendedores http://t.co/3TqXsAKNbR
— Ivan Cotado (@ivancotado) Mayo 28, 2014
De forma más cercana y actual, en las tiendas Decathlon ya lo puedes probar absolutamente todo. Desde dar una vuelta con una bici a ejecutar un putt al hoyo o llevarte un GPS a casa y probarlo durante un mes sin ningún compromiso de compra. Aun así, esta marca corre el mismo riesgo de showrooming que el resto, pero lo minimiza con un personal en tienda muy profesionalizado y enfocado a asesorar y ayudar realmente al cliente. Vendedores expertos en su materia y con formación en ventas.
En todo ello el diseño comercial tiene una especial importancia, como en las tiendas Apple, donde todo está pensado para que el visitante, que no necesariamente comprador, experimente placenteras sensaciones mediante el uso particular del producto. Ambientes relajados, homogéneos y con un protagonismo exacerbado del producto y del cliente. Producto que, a pesar de su valor, puedes tocar, disfrutar, en el que puedes leer tus propios emails, y con vendedores que no venden sino que asesoran relajadamente y sin prisas, con dedicación y personalización.