Apoyándonos nuevamente en la curva como elemento diferenciador diseñamos un espacio sanitario elegante y sobrado de carácter que rezuma vanguardia estética por todos sus poros. Un diseño que resuelve un ambicioso programa de necesidades y eleva la ya de por sí reputada marca de la clínica a un posicionamiento premium.
INteriorismo EStratégico como fuente de riqueza empresarial
La planta se resuelve de forma radial, mediante círculos concéntricos a partir de una imponente recepción que enfatiza en el protagonismo y la exquisita atención al paciente. La experiencia crece del núcleo al exterior, de dentro afuera, como una gestación, reflejada en las sucesivas áreas funcionales en torno al inicio de la visita del paciente. Así va creciendo la clínica. Así se va transformando el paciente. Un antes, y un después. Una experiencia en continua evolución.
Las formas orgánicas y los cálidos acabados suavizan el espacio y acomodan el programa de necesidades en la comprimida superficie. La personalidad y el fuerte carácter de la clínica se sienten a cada paso por las diferentes estancias, que se van descubriendo capa a capa, generando una grandilocuente sensación que redunda en beneficio del branding de marca.
No es la primera vez que utilizamos la curva para resolver un espacio, pero si cabe tiene mayor sentido en una clínica de cirugía plástica, donde la curva es precisamente la principal herramienta de trabajo. El efecto de las formas orgánicas es beneficioso por partida triple. Por una parte, la singularidad del efecto refuerza la diferenciación competitiva, lo que a su vez compone un mensaje de marca relevante para el cliente objetivo y, por último, fortalece la percepción vanguardista y tremendamente profesional del Dr. Guilarte.
La paleta cromática es ciertamente singular para el sector sanitario. Evidencia la trayectoria de la marca Guilarte. Donde suele haber blancos puros y monocromo, elegimos grises, maderas nobles de tonos dorados y acabados oscuros coronados por sanitarios y Krion en puro negro en los baños.
El apartado de iluminación es realmente significativo en este espacio, pues no solo resuelve aspectos funcionales y prácticos, sino que se convierte en verdadera protagonista estratégica acompañando el efecto «transformación» desde la recepción, reforzando con iluminación led empotrada en el techo los círculos concéntricos que identifican y representan esta clínica.
En cuanto a materiales y acabados, destacar el tablero ranurado en rechapado roble de Finsa y los listones de pino teñidos en negro y barniz extramate que otorgan distinción y carácter al conjunto.
En definitiva, se proyecta una elegante y atípica clínica de cirugía plástica haciendo uso precisamente de la plasticidad de la línea curva y la nobleza de la madera, consiguiendo un espacio funcional y sugerente con mucha personalidad.
¡Larga vida al Dr. Guilarte!