
No toques ¿Por qué tocas?
Después de una etapa en la que se había perdido el tacto en el diseño, hemos vuelto a los orígenes, y ahora además de mirar nos gusta tocar los acabados de los materiales.
De algo a priori tan insignificante como una textura, la cantidad de aportes a parte de los estéticos que podemos extraer para el diseño de un espacio son infinitos.