Hace unos días enviamos una carta a Inditex dirigida al Sr. Amancio Ortega para comentarle nuestro desacuerdo con el nuevo diseño de las tiendas Zara. A continuación podéis leerla con el contenido exacto y «enriquecida» con los enlaces que este medio permite y no así el papel.
A Coruña, 15 de octubre de 2012
Estimado Sr Ortega.
Permítame que me presente. Mi nombre es Iván Cotado, tengo 32 años, soy diseñador de interiores y propietario de un estudio de interiorismo comercial con sede en A Coruña y presencia nacional.
El motivo de la presente no es otro que mostrarle mi discrepancia con las decisiones tomadas por su empresa en base a la nueva política de diseño para sus tiendas Zara, así como con las diversas opiniones aparecidas en distintos medios alabando las virtudes del mismo. No he podido encontrar en internet ni una sola crítica a un diseño y ejecución que incumplen una de las normas básicas en Arquitectura Comercial: la estrella es el producto.
Quisiera pedirle disculpas de forma anticipada por la intromisión, descaro y atrevimiento al dirigirme a usted por este medio y con este contenido. Justificaré todas y cada una de mis opiniones haciendo gala del más absoluto respeto y sin caer en la descalificación gratuita, faltaría más.
Así mismo le agradezco enormemente que dedique dos minutos a leer una opinión más referente al diseño de sus nuevas tiendas, máxime cuando es bastante crítica, aunque estoy seguro que no estaría donde está si no acostumbrase a hacerlo.
Recientemente la prensa mundial se ha hecho eco del cambio de rumbo y restyling llevado a cabo por su empresa (Inditex) en cuanto al concepto, imagen y diseño interior de las tiendas de su marca estrella, Zara. A mi juicio, muy necesario desde hace tiempo.
Desde un prisma puramente comercial, las antiguas stores están lejos de favorecer el proceso de compra al cliente final. No encajan precisamente con un modelo de tienda eficaz, sino más bien al contrario. Más que exponer se almacena y en muy pocos casos el producto adquiere un papel protagonista.
En cuanto a estética, considero estos espacios extremadamente simples, básicos y carentes de interés alguno desde el punto de vista plástico, arquitectónico y/o decorativo.
Dicho esto, no puedo estar más de acuerdo con la nueva política de búsqueda de un modelo más eficaz en todos los sentidos. Si algo admiro de Inditex, entre otras muchas cosas, es el proceso continuo que mantienen en torno a la búsqueda de la perfección en todos los sentidos, y eso pasa por controlar absolutamente todo y nunca dejar nada al azar ni a la improvisación.
A pesar del valorable cambio de rumbo hay algo que me sorprende. Cómo una entidad como la suya ha llegado a esta conclusión tan tarde. No creo necesario mencionar el larguísimo equipo humano que se esconde detrás del diseño de una tienda Zara, pero desde luego Sr. Ortega si han concluido en este cambio de rumbo a estas alturas del partido, a mi juicio, o bien hay alguna jugada que me he perdido (es muy probable), o bien alguien no ha desarrollado su cometido todo lo bien que debiera.
Muchos rebatirán mi postura aludiendo a las enormes ventas y beneficios de la marca, pero intuyo que usted irá un pasito por delante de todos estos informes. Considero que en el mundo empresarial actual el objetivo más ambicioso es la mejora continua. Ese enfoque es el único capaz de mantener a la competencia alejada. No los números, a pesar de su capital importancia. ¿Cómo habrían cambiado esos números si hubiésemos contado con unas tiendas más eficientes, pensadas y diseñadas para ensalzar las virtudes de sus productos otorgándole protagonismo al mismo y no al propio espacio expositivo? Me gustaría que se quedase con esta pregunta y buscase los motivos por los cuales han llegado a esta situación después de tanto tiempo.
Sin pecar de vanidad, me gustaría hablarle de nuestra experiencia al respecto. En el año 2007 yo tenía 27 años y trabajaba como autónomo en mi propia casa. Me encargaron un proyecto de una óptica en Ponferrada, un trabajo muy ambicioso en todos los sentidos teniendo en cuenta mi situación por aquel entonces. Recuerdo cómo trasladé a mi cliente, hoy buen amigo, la necesidad de proyectar un espacio con un único protagonista: El producto, las gafas en aquel caso.
En cualquier profesión, y más si cabe en arquitectura comercial, es importante dejar a un lado el ego como diseñador, como arquitecto, como creativo y dejar paso al intelecto. Como cuadros en un museo, las gafas en esta óptica se exponen, que no almacenan. Son las verdaderas protagonistas del espacio y no al contrario. Me gustaría le echase un vistazo al proyecto en nuestra web Sr. Ortega y nuevamente pensase… ¿Cómo es posible que Zara (o Inditex) caiga en la cuenta de dar protagonismo a su producto en 2012 (obviemos el proceso) cuando un chaval de 27 años ya lo veía en 2007, y por supuesto otros muchos ya lo tenían claro tiempo antes?
Los que sentimos admiración por su empresa, por usted mismo y lo que representa, sabemos que la piedra angular en base a la cual han conseguido su estatus actual, es precisamente la rapidez de movimientos, sobre todo a la hora de tomar decisiones. En lo relativo a Diseño Interior y Arquitectura de sus tiendas, siento decirle Sr. Ortega desde el más absoluto respeto, que les han adelantado por la derecha. Pero bueno, detectado el error, lo mejor es asumirlo y corregirlo cuanto antes. En base a ello, enhorabuena por la decisión tomada. Mejor tarde que nuca se suele decir.
Pero ahora viene lo más grave de todo este asunto. Han vuelto a tropezar con la misma piedra.
A lo largo de estos meses, he visitado alguno de los nuevos Zara para conocer de primera mano las tiendas de las que tanto se ha hablado, alabado y ensalzado en la prensa mundial. Reconozco que el revuelo quizá me haya causado enormes expectativas que se han desmoronado nada más entrar en la primera de ellas. Le detallo alguno de los motivos.
– Para mi sorpresa tratándose de una tienda “nueva” la primera impresión es de una tienda deteriorada a las pocas semanas de abrir debido a una pésima elección de materiales, acabados o motivado por un mal diseño de los detalles constructivos.
– Inconscientemente la vista se va al techo, terriblemente “acribillado” por todas las instalaciones y con un diseño e iluminación de enorme presencia que hace que esta superficie adquiera un desaconsejable protagonismo. Nuevamente el mismo error Sr. Ortega. Una vez más, el contenedor, lejos de pasar desapercibido, aplasta al contenido restándole importancia y presencia, pasando éste a un segundo plano.
– Lo que ya me ha parecido gravísimo, y esto sí que es imperdonable, es el deficiente, o ausente, cuidado en los detalles finales. No puede ser que muchos de los tubos fluorescentes que generan luces indirectas, cuando forman ángulos rectos ¡queden a la vista y se vean desde diferentes situaciones¡
– Caminando por la tienda no me parece demasiado lógico encontrarme con una arqueta en el pavimento, aunque esta se intente camuflar en el mismo material que el resto del suelo. Esto es un claro descuido del proyectista ya que se podría haber escondido o disimulado en zonas internas o de personal. Vamos a obviar que incluso se movía causando mala impresión. Sabemos que este último detalle se solucionaría de un día para otro en una pequeña tienda particular y en estos casos, el personal al cargo es más propenso a despreciar estos “pequeños detalles”. Es aquí donde la metáfora del elefante y la hormiga nos parece muy apropiada: “resulta más sencillo tomar una curva a una hormiga que a un elefante”.
Vistos estos y algún otro factor de menor importancia, las sensaciones están muy por debajo de las expectativas, y eso Sr. Ortega sabe usted mejor que yo que hace mucho daño a la marca. Sintetizando, diría que existen dos tipos de errores, por una parte los que tienen que ver con el Proyecto y la Idea de partida, y por otro los que tienen que ver con la ejecución propiamente dicha.
He de decir en su favor que esta impresión general de descuido y desgana no es precisamente la que transmite Inditex como marca, y quizá esta circunstancia junto a cierta deformación profesional es la causante de esta particular sensación de ruptura con el gusto, la eficiencia y la funcionalidad a las que nos tienen acostumbrados.
Los profesionales sabemos que no existe proyecto u obra con la que quedemos satisfechos al 100%. Siempre queda un pequeño detalle que se podría haber ejecutado/proyectado mejor. Existe el dicho de que «para que una obra quede perfecta, debiera hacerse dos veces». En el caso de sus tiendas, Sr. Ortega, ¡Esto es así! De ahí la gravedad de la situación y mi sorpresa. Lo que para los diseñadores como yo resulta una utopía, ustedes lo han hecho real. Proyectan y Ejecutan dos veces, o más. Lo que aumenta si cabe mi estupor.
En alguna ocasión he leído que sus tiendas, en parte o en su totalidad, se reproducen a escala real en la sede central de Inditex antes de cualquier proceso de toma de decisiones. Según informaciones aparecidas en diversos medios, la tienda de Marineda City (A Coruña) era un experimento, un modelo real totalmente construido y rematado para sacar conclusiones de cara al futuro. Incluso la prensa se hizo eco de su propia visita para valorar in situ el planteamiento. En definitiva, han tenido dos, y hasta tres maquetas reales delante de sus ojos. Entienda mi sorpresa al encontrarme con errores tan fácilmente subsanables teniendo la suerte de contar con semejantes facilidades para detectarlos.
He pensado largo y tendido sobre los motivos por los que un profesional puede cometer estos errores tan evidentes y obvios en muchos casos. Quizá me falte información y soy yo el que comete el error en la apreciación sesgada de los hechos. Es posible. Si es así me encantaría que alguien pudiera ofrecerme la información que me falta para comprenderlo.
Antes citaba la rapidez como uno de los motivos de éxito en su empresa, pero no menos importante ha sido la decisión de fusionar, relacionar o mezclar todos y cada uno de los departamentos o profesionales de diferentes tipos, funcionando como un único ente global con conocimientos plenos. Sabemos que usted mismo, quizá para ejemplificar esta necesidad, se mueve por los departamentos de diseño y fabricación más que por su propio despacho, el cual se dice que no utiliza.
Me gustaría preguntarle Sr. Ortega, quizá en un alarde de osadía por mi parte, cómo es que si usted mismo “baja al ruedo” para conocer de primera mano todos los detalles de fabricación de su producto ¿Por qué no ha exigido idéntica actitud a los profesionales responsables de sus nuevas tiendas?
Tengo muy claro que un profesional que conozca de primera mano cómo funciona una obra, cómo se construyen las cosas y que “se manche los zapatos” día a día en las labores cotidianas de control y ejecución de sus proyectos, no cometería buena parte de los “pequeños” errores que he observado y que dicho sea de paso, quizá pudieran perdonarse en una tienda de barrio (aunque tampoco lo creo), pero nunca en una multinacional del calado y medios de Zara/Inditex que se juega tanto en cada pequeño detalle.
Hace años, paralelamente al estudio de diseño y arquitectura interior, decidimos crear nuestra propia constructora para evitar precisamente lo que a ustedes les ha pasado. Como diseñadores creativos hemos llegado a la conclusión de que si buscamos la perfección, la mejor forma de conseguirla es controlar la ejecución de todos los trabajos, conocer los procesos inherentes al mismo y supervisarlos desde una misma óptica siendo únicos responsables de todas las decisiones. La parte creativa y ejecutora es la misma en nuestro caso, evitando de este modo el desencuentro de intereses. Como creativos conocemos los detalles de la ejecución y como constructores conocemos los detalles de la parte creativa.
No tengo ningún interés en criticar la labor de los responsables creativos de las nuevas tiendas y le reitero que quizá me falta la información complementaria que justificaría lo que para mí son errores de bulto, pero desde mi situación, creo humildemente que los profesionales creativos que están tras las nuevas tiendas Zara no han controlado como debieran la ejecución de los proyectos y han tomado muchas decisiones erróneas sobre el papel.
Leía recientemente que a Inditex no le gusta que la gente se acomode, por ello decidieron prescindir de su propio personal encargado del diseño de tiendas dado que, por miedo al fracaso, no se atrevieron a desarrollar nuevas propuestas. Nuevamente mi enhorabuena Sr. Ortega. Si el mundo mejora es gracias a gente como usted que asume riesgos en pro de la búsqueda de un futuro mejor.
¿Le parece que sus nuevas tiendas Zara ofrecen algo diferente o novedoso? ¿Ve algo arriesgado en ellas? Sinceramente y después de tanta parafernalia, presentaciones a bombo y platillo y demás ¿Hay algo que le haya sorprendido lo suficiente como para que haya merecido la pena el cambio? Permítame nuevamente que le responda con sinceridad. Yo ya había visto su nueva tienda en muchísimas ocasiones con diferentes nombres.
Me encantan los proyectos arquitectónicos que con una rápida visual se graban en tu mente de tal forma que podrías dibujarlos una semana después, aunque fuese de forma tosca. ¿Quién no podría dibujar de un garabato la Torre Eiffel? ¿O el hotel Burj Al Arab de Dubai?
Me llaman la atención los productos que por un sutil detalle se distinguen y destacan entre la multitud de información que nos satura. ¿Quién no diferencia un ordenador Apple entre cientos? Lo mismo sucede con una obra de Picasso, Botero, etc…
¿Cree usted Sr. Ortega que sus tiendas tienen algo especial que las haga únicas? ¿Podría dibujarlas con un trazo reconocible? ¿Las diferenciaría entre el resto? ¿Son especialmente efectivas?
Sr. Ortega, le admiro por todo lo que ha conseguido y por cómo lo ha hecho. Admiro el entramado empresarial que ha construido, su forma de entender la empresa e incluso la vida, su apuesta por la flexibilidad y por atributos inusuales para mantenerse en la vanguardia del sector textil. No entro en pormenores que sinceramente desconozco. He leído su biografía autorizada y me empapo con todas las noticias sobre Inditex que me encuentro. Trabajo en un lugar a escasos kilómetros de donde lo hace usted y he oído hablar de camisas, trajes, pantalones, Amancio Ortega y Caramelo desde que tengo uso de razón en la pequeña sastrería de mi padre. Es quizá por esta “cercanía” por la que me siento por vez primera decepcionado con Inditex/Zara.
Una empresa como la suya, una marca como Zara, se merece tiendas únicas, especiales, reconocibles en las mejores ciudades del mundo por algo más que por ocupar los mejores locales. Alcanzar tan poco disponiendo de tantos recursos me parece de un conformismo inusual en su trayectoria.
Para terminar, nuevamente le reitero mis sinceras disculpas a usted y quienquiera que se haya sentido ofendido por la presente misiva. Como en todo momento he dejado claro, no hay otra finalidad en la misma que hacer una crítica constructiva a partir de la información de la que dispongo, respecto a una acción determinada que guarda relación con mi profesión, mi pasión e incluso mi vida.
Muchas gracias por su atención.
Atentamente,
Iván Cotado.
Hola Iván. Me ha gustado mucho tu carta. Se nota a la legua que te fascina tu profesión y eso es fantástico. Realmente lo transmites!
¿Te ha contestado? Unos argumentos tan constructivos bien merecen una respuesta.
¡Un abrazo!
Jacinto Llorca
Hola Jacinto. Gracias y sí. Me declaro completamente «enganchado» al diseño.
Y sí, me han contestado. No el Sr. Ortega sino un responsable del departamento de tiendas:
«…Gracias por tu análisis tan amplio… Escuchamos todas las opiniones y de todas ellas aprendemos… Tomaremos buena nota para mejorar en un futuro… Saludos cordiales».
Hola Iván, permíteme el atrevimiento por tratar de entrar en «discusión» acerca de tu excepcional artículo. No quito una sola pega en cuanto a tema de aspecto, calidad de materiales…
Pero me gustaría comentar que en cuanto a que el producto sea la figura del establecimiento, tengo alguna pega que poner.
Está claro que casos como Apple viven de su producto, de la estética del bien de consumo, incluso a veces, más que de la calidad y rendimiento del mismo (me declaro fan incondicional de ellos).
Pero en textil hemos pasado de considerar el producto como el núcleo principal del negocio, a comprar por imagen de marca, identificación de estilo de vida por usar ropa de una firma X, ahora los consumidores se hacen de… no compran a… se identifican, no visten.
Zara nunca ha destacado por calidad de producto, Zara destaca por relación calidad precio, no olvidemos que copian tendencias, no inventan mucho, miran, adaptan y fabrican.
El punto fuerte de Zara es precio y sobre todo imagen no tanto de marca como de cultura y filosofía empresarial. Ellos han revolucionado el sector de distribución minorista textil no tanto por inventar producto como por cambiar el SISTEMA.
Por ello considero que Zara debe de resaltar su marca, sus cualidades en cuanto a innovación en el proceso de comercialización y no tanto en producto que no es lo diferente.
Si estoy contigo que las tiendas parecían un outlet de poca monta, y que una empresa como ellos deben de ejecutar cambios con mayor regularidad, pero debido a lo que comentaba anteriormente, viven de su imagen como empresa modelo, no por su producto.
Un ejemplo claro son las tiendas de surf, en muchas la calidad del producto es muy discutible, incluso su precio, pero ellos fabrican “tribu”, identificación de estilo de vida (Way of life), no hay más que “intentar” ver algo en Hollister, ellos refuerzan el ambiente: música, fotos… a veces ves a gente mirando el video de la ola más que la camiseta a la que no le ves ni el color.
Lo dicho, disculpa el atrevimiento, valoro mucho vuestro trabajo, os sigo desde que conocí a Orlando y me parecéis gente con muchas ganas y con grandes ideas.
Hola Carlos.
Atrevimiento nada, este medio es precisamente para esto y si las aportaciones son tan buenas y constructivas como la tuya, bienvenidas sean!!!! 🙂 Dicho esto, gracias por emplear tu tiempo en dejarnos comentarios tan enriquecedores.
Está claro que en torno a marcas como Apple existe una tremenda imagen de marca con la que mucha gente se identifica. Gracias a ello, han conseguido que los mejores comerciales de la misma sean sus propios clientes. Todo un lujo. Aunque valoro esto como muy positivo y de una importancia vital, no creo que se consiga mediante el diseño de las tiendas, aunque influye, claro está.
Personalmente creo que esa identificación cliente-marca se consigue por otros medios, de marketing principalmente, y no con el diseño de tiendas o espacios físicos, aunque está claro que todas las acciones deben mirar hacia un mismo objetivo.
Yo lo primero que diría a priori es que se te fue la mano con el formato, tu crítica como producto tiene mucho margen de mejora, si pudieras tener estadísticas de retención de audiencia como tiene youtube, te darías cuenta de que te sobra extensión, pero suele ser habitual a la hora de expresar una opinión tener que dedicar mucho tiempo a comunicar la intención de nos ser gratuítamente crítico, que es la actitud más habitual.
En mi opinión hay un pequeño desfase entre el modelo que tienes en la cabeza y las necesidades de Zara. En una tienda pequeña, el protagonismo del producto es prioritario, pero en un caso como Zara, hay que repartir protagonismo con la marca, esto lo digo porque especialmente en este caso, la ropa de Zara como producto no está a la altura de su marca ni de sus números.
A mi me gusta mucho el concepto de subcontratación del criterio de compra, porque creo que es la gran razón de existencia de las marcas. Un cliente que compra en Zara, tiene la seguridad de que va a pagar relativamente poco y que va a encontrar ropa a la moda sin tener que hacer una apuesta estética arriesgada y creo que eso es lo que tienen que transmitir los locales de Zara. Desde la perspectiva del cliente que va porque quiere ropa, la tienda le tienen que transmitir que allí compre lo que compre va a acertar.
Hola Pablo. Tienes toda la razón en cuanto a la extensión. Debes entender que en origen la carta no estaba pensada ni redactada para mostrar en el medio en el cual ahora nos encontramos. De ahí la magnitud, que bien es cierto, es demasiada para un post.
En cuanto a tu opinión, creo que lo que yo tengo en la cabeza y lo que tu tienes, son compatibles bajo un mismo techo, en una misma tienda ¿Zara lo ha conseguido? Personalmente creo que no, es más, están muy lejos.
Lo que te comentaba de la extensión es más que veo un patrón común de comunicación, hay tantos esfuerzos por transmitir información en todos lados que ya se convierte en norma, centrar la atención de una persona es cada vez más complicado, independientemente de la razón, incluido a quien diriges la carta. Que me sorprendió gratamente que respondieran.
Tu carta está muy trabajada, eso limita la opinión porque obliga a ponerse en ese nivel de profundidad de análisis, y hace que de antemano se sepa que no vas a estar equivocado o no mucho, yo no le dediqué tanto tiempo a analizar el punto de venta de zara, por eso sólo matizaba que la marca y modelo de negocio cobra más relevancia relativa respecto del producto como algo concreto. Y efectivamente, las tiendas de zara no dicen gran cosa
Pablo, en ocasiones una respuesta «modelo» puede no ser suficiente. Pero al final las empresas, por muy grandes que puedan parecer, están compuestas por personas, para bien y para mal.
Se han equivocado, y mucho, en el mensaje que quieren transmitir. Te garantizo que a la tienda del Marineda City he debido entrar un par de veces. No se ve bien la ropa, seguro tienen modelos espectaculares (o no) pero salvo que tengas mucha paciencia para ponerte a pasar perchas no encuentras nada. Además, espacio en ocasiones es agobiante, cuando por casualidad encuentras algo que te gusta, resulta que entre la mesa, la columna, las escaleras mecánicas y un par de personas que pasen por allí se vuelve incómodo.
Tienen detalles fascinantes (La segunda vez que fui me fijé que las baldas de las estanterías son de vidrio con una especie de retícula insertada!!!!) que hacen ver que quieren cuidar y destacar la marca, pero quizás habría que haberle dado una vuelta más al proyecto.
Hola Leticia.
En realidad en la carta sólo llegaba a hablar del concepto «protagonismo del producto», no profundizaba en temas como la usabilidad de la tienda y el proceso o desarrollo de compra. Si es así (lo desconozco), peor me lo pones.
Enhorabuena Ivan por agitar el debate. Claro que un tanto arriesgado por tratarse de una empress que esta triunfando estando en el panorama actual. Lo que si me llama la atencion y no he comprendido bien, es el ejemplo que expones de una optica donde lo importante era el producto. Hasta aqui todo bien … Considero que el producto en un local comercial debe ser lo primero. Pero luego hablas de ejemplos como la Torre Eiffel o el hotel creo de Zaha Hadid que no dejan de ser esculturas urbanisticas o arquitectura espectaculo. En mi humilde opinion considero que no casan muy bien estos dos conceptos. Mostar producto y a la vez distraer al consumidor con interiorismo emocional. Me parece muy interesante lo que cuenta Carlos de la identificación con la marca y desde luego estoy de acuerdo que Zara le da al producto la atención que merece pero sin olvidar que ellos se dedican ha comercializar moda a precio asequible, no mucho más. Dentro de esta orientación, cuidan su imagen y lo hacen correctamente. Tubería la gran suerte de pisar el pasado octubre la nueva tienda de la 5th Av. En Nueva York y aquello parecía una tienda Prada más que una tienda del grupo Inditex. Pero claro, el precio marcado en las etiquetas se alejaba y bastante los precios Prada. Aquí esta el gran éxito de Zara. Están totalmente enfocados al consumidor y se adaptan a rápidamente
Ante todo gracias por tu comentario Vicente. Vamos por partes.
Con respecto a la óptica Tu Visión, en su día, tomamos todas y cada una de
las decisiones de proyecto con una finalidad y objetivo claro: Conseguir
gracias a nuestra intervención, que en un espacio de unos 300 m2 (Superficie aproximada, hablo de memoria) el protagonista fuese el producto.
Debido a su pequeño tamaño (gafas), esto suponía un reto ya que la
magnitud del local y su envergadura se las «comía». Humildemente y sin
pecar de vanidoso, creo que se ha conseguido. En el caso expuesto (Zara), el
producto expuesto en absoluto adquiere la presencia y papel que debiera. Por esto aportaba el ejemplo significativo de Tu Visión.
El concepto que intento transmitir con la Torre Eiffel y el hotel Burj Al Arab es otro, no tiene nada que ver con el anterior. Es cierto que la Torre Eiffel o el propio hotel Burj Al Arab (de Tom Wright, no Zaha Hadid) son más arquitectura espectáculo que otra cosa. Con la primera no hay duda. He empleado estos dos casos porque son muy reconocibles para todo el mundo. Lo que intento ilustrar con ello es que ambos son poseedores de unos rasgos ÚNICOS, unos motivos o una sensación transmitida que los diferencia de todo su entorno. Me atrevo a decir que en el caso del hotel, no existe otro en el mundo más conocido, gracias a esta identificación sencilla para todos nosotros. Conseguir esto supone un verdadero reto. Con los espacios retail, una marca como Zara/Inditex, debe aspirar a ello. Si descolgamos el cartel de Zara y ponemos el de Mango, nadie se enteraría… y eso es un error gravísimo.
En cuanto al aporte de Carlos, tú mismo lo has dicho, y yo en la respuesta
que le he dado. La identificación cliente-marca es vital, puesto que es
el arma principal para alcanzar un buen posicionamiento. Y aunque el
diseño de tiendas también contribuye a ello no creo que sea en un
porcentaje demasiado alto.
En definitiva, Zara hace casi todo bien, es más, son geniales en lo suyo. Los números les avalan. El marketing escondido tras la marca es brutal, a pesar de que se diga equivocadamente que no hacen publicidad, de ahí el
posicionamiento e identificación de la que hablamos.
Ahora, cuando tocamos el tema arquitectura o diseño interior de sus tiendas, la cosa flaquea y no están a la altura de la marca.
Carta demasiado extensa y poco explicita. Hay que hacer un pequeño ejercicio de las necesidades reales de los clientes. Diseño de óptica en Ponferrada año 2007 mas de lo mismo en diseño en iluminación, aire acondicionado, etc…, esto ya estaba y esta inventado hace mucho. Mi pequeño consejo seamos mas creativos.
Hola «jar». Gracias por leer nuestro blog. Pero no aceptamos consejos de alguien que se esconde tras un seudónimo y correo falso.
Saludos.
Uf! sinceramente… Una cosa es dar la opinión y otra muy distinta es darle una clase de arquitectura a Amancio Ortega…
Gracias Pilar, asumo el ‘palo’. Pero estoy en desacuerdo contigo por dos razones:
La primera es que si nunca he pretendido dar clases de nada a nadie. Y menos a Amancio Ortega, a quien admiro en todos los sentidos. Si relees con atención el post te darás cuenta. Solo doy mi opinión, que es muy diferente.
Y la segunda, si de algo puedo opinar, aunque sea poco, es de interiorismo. Creo que me sentiría seguro mirando a Amancio a los ojos comentándole mis impresiones sobre sus tiendas. Y creo, sinceramente, que lo agradecería, como así han hecho desde Inditex de forma privada.
Somos un país sumiso. Callamos y deambulamos como borregos y luego nos quejamos en nuestra casa. No creo que hagamos daño a nadie aportando nuestra opinión sincera y constructiva. Y esto es lo que he hecho con este artículo.
Lamento que no lo hayas entendido así. Quizá le has puesto poco ‘cariño’ a la lectura. Pero bueno, en cualquier caso, celebro que hayas ‘opinado’.
Saludos.
nos pilla viejo el post pero aportar dos datos
las tiendas NO las diseña ortega, ni siquiera lo hace inditex. Son empresas de diseño las que hacen ese trabajo. Cada una su parte. La iluminación la hacen empresas especializadas junto con marcas como lledó o erco. Su principal cliente es inditex
Tampoco tiene sentido criticar el diseño anterior, Zara trajo de nuevo a españa una tienda amplia, con iluminación, limpia y que podís visitarse sin que te agobiasen los dependientes.
Inditex tiene miles de tiendas, imposible hacer un diseño único y mucho menos homogéneo.
El diseño actual es el necesario para el nuevo público. Gente que se identifica con la imagen de apple, una tienda amplia en que lo importante es dar una imagen eficaz.
Volviendo a Zara, el cambio pasa por una iluminación led y fluorescente. De echo las tiendas de Zara NO tienen calefacción. Su calefacción era la iluminación, los cientos y hasta miles de bombillas alógenas. La refrigeración en esas tiendas es imprescindible, con el tipo de iluminación que tenían si falla el aire aquello sería un horno.
Con sinceridad, esta carta me parece un ataque de celitis y de intentar conseguir el diseño de las mismas a costa de criticar. Creo que el equipo de diseño de sus tiendas insignia sigue siendo el mismo, con lo que tan desencantado no está. Y también cuenta con un equipo propio para el diseño del resto de tiendas, ¿Crees que si tan desastroso fuese seguiría contando con el mismo equipo?
Hola Aitor, gracias por pasarte y dejar tu comentario.
Me decepciona que alguien piense que la mejor manera para conseguir un objetivo empresarial es criticar sin más fundamento que el propio interés. Esto deja muy mal a la especie humana. Piénsalo.
Te invito a que vuelvas a leer el texto más allá del titular. Aunque no lo creas, existían razones para establecer una crítica constructiva y razonada sobre un hecho concreto. No sobre una marca. Y no sobre unos profesionales a los que, por otra parte, admiro.
Todos deberíamos aprender de nuestros errores, yo trato de hacerlo a diario, y probablemente estos profesionales hayan logrado su éxito actual a base de lo mismo. Por eso siguen contando con ellos. Así lo entiendo. Y por eso son una referencia para los demás.
Querido Aitor, la crítica constructiva es lo mejor que le puede pasar a uno. Sin embargo la «celitis» ni siquiera aparece en el diccionario.
Saludos cordiales.